CONXURO TRADICIONAL DA QUEIMADA
Mouchos, coruxas, sapos e bruxas.
Demos, trasgos e diaños, espritos das nevoadas veigas.
Corvos, pintigas e meigas, feitizos das menciñeiras.
Podres cañotas furadas fogar dos vermes e alimañas.
Lume das Santas Compañas, mal de ollo, negros meigallos,
cheiro dos mortos, tronos e raios.
Oubeo do can, pregón da morte; fuciño do sátiro e pé de coello.
Pecadora lingua da mala muller casada con home vello.
Averno de Satán e Belcebú, lume dos cadavres ardentes,
corpos mutilados dos indecentes, peidos dos infernais cús,
muxido da mar embravescida.
Barriga inútil da muller solteira,
falar dos gatos que andan á xaneira,
guedella porca da cabra mal parida.
Con este fol levantarei as chamas de este lume
que asemella ao do inferno,
fuxirán as bruxas a cabalo das súas escobas,
índose bañar na praia das areas gordas.
¡Oíde, oíde! os ruxidos que dan as que non poden deixar de queimarse na augardente,
quedando así purificadas.
E cando este brevaxe baixe polas nosas gorxas,
quedaremos libres dos males da nosa ialma e de todo embruxamento.
Forzas do ar, terra, mar e lume, a vos fago esta chamada:
si é verdade que tendes máis poder que a humana xente,
eiquí e agora, facede cos espritos dos amigos que están fora,
participen con nós de esta queimada.
CONJURO DE LA QUEIMADA
Mochuelos, lechuzas, sapos y brujas,
demonios maléficos y diablos, espíritus de las nevadas vegas.
Cuervos, salamandras y meigas, hechizos de las curanderas.
Podridas cañas agujereadas, hogar de gusanos y de alimañas.
Fuego de las almas en pena, mal de ojo, negros hechizos,
olor de los muertos, truenos y rayos.
Ladrido del perro, anuncio de la muerte; hocico del sátiro y pie del conejo.
Pecadora lengua de la mala mujer casada con un hombre viejo.
Infierno de Satán y Belcebú, fuego de los cadáveres en llamas,
cuerpos mutilados de los indecente pedos de los infernales culos,
mugido de la mar embravecida.
Vientre inútil de la mujer soltera,
maullar de los gatos en celo,
pelo malo y sucio de la cabra mal parida.
Con este cazo levantaré las llamas de este fuego
que se asemeja al del infierno,
y huirán las brujas a caballo de sus escobas,
yéndose a bañar a la playa de las arenas gordas.
¡Oíd, oíd! los rugidos que dan las que no pueden dejar de quemarse en el aguardiente
quedando así purificadas.
Y cuando este brebaje baje por nuestras gargantas,
quedaremos libres de los males de nuestra alma y de todo embrujamiento.
Fuerzas del aire, tierra, mar y fuego, a vosotros hago esta llamada:
si es verdad que tenéis más poder que la humana gente,
aquí y ahora, haced que los espíritus de los amigos que están fuera,
participen con nosotros de esta queimada.