El Valle del Silencio, situado a tan sólo 23 km de Ponferrada, capital de El Bierzo, es un paraíso natural digno de conocer sin ningún tipo de prisas.
Este laberinto de valles aunados en el fin del ruido fue un lugar donde los monjes visigóticos decidieron poblar con eremitorios y cenobios, sabiendo que era un lugar en el que poder encontrar la auténtica paz espiritual.
El Valle del Silencio, además de ser un enclave espectacular, se caracteriza por guardar en su interior, entre nobles, nogales y castaños, una auténtica joya del arte mozárabe de España, la iglesia del pueblo de Peñalba.
Cuenta la leyenda, que un hombre, llamado San Genadio, decidió retirarse a la vida espiritual para convertirse en ermitaño en este bello lugar. Se asentó en una cueva de la zona y tal era su meditar que incluso le molestaba el bonito ruido del riachuelo cercano. Ante tal exigente ermitaño, tanto el río como los pájaros de la zona decidieron guardar el más estricto silencio y, de hecho, hoy en día, al entrar en la cueva en la que el ermitaño vivió, las gotas de agua caen sin hacer ningún tipo de ruido.
El Valle del Silencio es el lugar ideal para olvidarse del mundo y disfrutar de tranquilidad, bienestar, sosiego, dar rienda suelta a la mente y pasear entre huertas y vegetación con el sonido del río de fondo. La Tebaida Berciana, como también se le llama a este paraje, es un mundo lleno de pequeñas cuevas al servicio de ermitaños, de monasterios e iglesias, de riachuelos, frailes, de paz espiritual... en un entorno tan agreste que impresiona.
Al llegar a este enclave, parece que el tiempo se detuviera, al igual que los pueblos que se encuentran en nuestro camino, aún basados en una arcaica agricultura, pueblos pequeños que sin duda son una parte esencial del paisaje global de este enigmático Valle del Silencio.
La flora y fauna es muy variada en este paraje natural. Jabalíes, corzos, zorros, lobos, más de cien especies distintas de aves... en un paisaje de muy diversos verdes, con robles, encinas, castaños... Todo esto rematado por los Montes Aquilanos que aún siguen sugiriendo la maldición de Júpiter para aquellos que intenten destrozar este mágico lugar.
Entre los pueblos que conforman el paisaje del Valle del Silencio podemos destacar varios: Montes de Valdezuela, con su espléndida iglesia medieval y las ruinas del monasterio; y, sobretodo, Peñalba de Santiago, pueblo que posee una fantástica iglesia, vestigio del monasterio árabe anterior y una de las joyas de este tipo de arquitectura en España.
El Valle del Silencio es, sin duda, un paraje digno de ser visitado y, sobretodo, disfrutado. Un lugar en el que encontrar tranquilidad, poder escuchar y observar el discurrir del río Silencio y el mecer de las hojas por el viento, un paisaje espectacular a la par que mágico y enigmático, con variedad de flora y fauna, con cascadas impresionantes y con pueblos con tejados de pizarra que parece hayan estado allí siempre.
Qué visitar:
El Valle del Silencio es el lugar ideal para olvidarse del mundo y disfrutar de tranquilidad, bienestar, sosiego, dar rienda suelta a la mente y pasear entre huertas y vegetación con el sonido del río de fondo. La Tebaida Berciana, como también se le llama a este paraje, es un mundo lleno de pequeñas cuevas al servicio de ermitaños, de monasterios e iglesias, de riachuelos, frailes, de paz espiritual... en un entorno tan agreste que impresiona.
Al llegar a este enclave, parece que el tiempo se detuviera, al igual que los pueblos que se encuentran en nuestro camino, aún basados en una arcaica agricultura, pueblos pequeños que sin duda son una parte esencial del paisaje global de este enigmático Valle del Silencio.
La flora y fauna es muy variada en este paraje natural. Jabalíes, corzos, zorros, lobos, más de cien especies distintas de aves... en un paisaje de muy diversos verdes, con robles, encinas, castaños... Todo esto rematado por los Montes Aquilanos que aún siguen sugiriendo la maldición de Júpiter para aquellos que intenten destrozar este mágico lugar.
Entre los pueblos que conforman el paisaje del Valle del Silencio podemos destacar varios: Montes de Valdezuela, con su espléndida iglesia medieval y las ruinas del monasterio; y, sobretodo, Peñalba de Santiago, pueblo que posee una fantástica iglesia, vestigio del monasterio árabe anterior y una de las joyas de este tipo de arquitectura en España.
El Valle del Silencio es, sin duda, un paraje digno de ser visitado y, sobretodo, disfrutado. Un lugar en el que encontrar tranquilidad, poder escuchar y observar el discurrir del río Silencio y el mecer de las hojas por el viento, un paisaje espectacular a la par que mágico y enigmático, con variedad de flora y fauna, con cascadas impresionantes y con pueblos con tejados de pizarra que parece hayan estado allí siempre.
Qué visitar:
- Cueva de San Genadio
- Iglesia de Peñalba de Santiago (construída sobre un antiguo monasterio que San Genadio fundó en el año 916)
- Ruinas del monasterio de Montes de Valdezuela
- Herrería de Compludo (siglo XIX)
- Bodegas (donde poder degustar el vino berciano)
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